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Microsoft y el Cirque du Soleil dieron este domingo el banderazo a los eventos del E3, la Expo de Entretenimiento y Electrónica con la presentación del muy esperado Proyecto Natal, encarnado en un dispositivo de nombre oficial Kinect.

La vistosa fiesta sirvió de marco para que Microsoft presentara su nuevo hardware para juegos, un dispositivo para efectos 3D que detecta el movimiento y que elimina los tapetes tradicionales y los sustituye con un sistema que busca los gestos y acciones físicas del jugador.

Pero es difícil saber qué es lo que se quería demostrar en este evento, aparte de la determinación del gigante del software de querer llevar su nuevo juguete a la cima de las tecnologías del entretenimiento digital.

El humo, los espejos y la gente semidesnuda cubierta con pintura corporal no conseguía disfrazar lo que me parece es una selección limitada, no bien cocinada, de títulos y conceptos iniciales para Kinect.

A los invitados se les pidió ponerse una especie de ponchos (jorongos) que cambiaban de color, por lo que toda la velada tenía un tufillo de culto. Luego de pasar a través de un enorme recortable de cartón en forma de televisión, los asistentes presenciaron una actuación del Cirque du Soleil que incluía bailarines aborígenes, niños que desmontaban enormes elefantes plásticos que luego se elevaban con plataformas con el logo de la XBox y hábiles mujeres que caminaban en los techos del lugar.

En el espectáculo se utilizaron enormes pantallas, escenarios rotantes que parecían salas de estar modernistas, y una familia que sonería como el Gato de Chesire demostraba sus habilidades de juego al sortear varios retos interactivos como hacer rafting en un río así como correr en una pista con obstáculos. Eso es algo de lo más surrealista que he visto en un E3.

Pero aparte del breve bullicio cuando se presentó un juego de Star Wars en el que los jugadores pueden blandir una espada láser moviendo sus brazos, el título en cuestión no convence.

En los demos se presentaron algunas actividades para los jugadores, como lanzar jabalinas o jugar futbol, boliche y voleibol. También hubo clases de cómo jugar y movimientos de yoga utilizando el Kinect.

Irónicamente, las aplicaciones de Kinect que no tienen que ver con los juegos son las que mejor sirven para ejemplificar este hardware. Y es que con una rotación de muñeca, el usuario puede navegar por la pantalla; también puede chatear con sus amigos utilizando una cámara especial, o jugar con mascotas virtuales.

Así que desde jugar a brincar la cuerda con tigres de caricatura a ordenar películas o programas de televisión con un movimiento de la mano, Kinetic ilustra que habrá espacio para muchas aplicaciones casuales.

Sin embargo, Microsoft todavía tiene que fichar un gran título de videojuegos para tener la misma audiencia de su consola tradicional.

Tampoco estoy convencido de que bailotear frente a la televisión dejará algo más de provecho que cansancio a los 15 minutos.

De cualquier forma, es muy temprano como para proferir un veredicto formal sobre Kinetic puesto que los detalles finales sobre el hardware, así como las fechas del lanzamiento de los títulos que lo acompañarán, siguen siendo un misterio.

*El autor es un blogger de videojuegos de CNN.com. Es director de tecnología y videojuegos de la consultora TechSavy Global y es fundador de la revista GameExec.